Romina Deluca

Fue una experiencia gratificante, aprendí a mover articulaciones que jamás tuve conciencia. Y note la diferencia en el piso cuando al principio no podía apoyar totalmente el lado izquierdo de mi espalda, hombro y brazo y al final del taller me sentía aplastada y relajada, totalmente apoyada y cómoda sobre el piso.

Es justamente lo que esperaba para aprender a flexibilizar el cuerpo y mejorar las posturas para tener una vejez digna.